El Reloj de Dios
Apóstol Dr. José
Zapico
Hablar del Reloj de Dios, es un estudio muy extenso,
principalmente cuando se enfoca proféticamente, por lo que no podremos agotarlo
en esta oportunidad, pero avanzaremos de acuerdo a los propósitos que Dios
tenga preparados para Su Iglesia, hoy.
En cada oportunidad que estoy escribiendo acerca de la escatología;
paralelamente, están sucediendo situaciones en distintos países del mundo que
nos confirman que la Palabra de Dios se está cumpliendo de una forma rápida y
acelerada. Por eso es que el escenario que estamos viviendo hoy sobre el mundo,
es un escenario altamente profético por sus características, del cual, cuando
vemos los 28 libros que la Biblia denota altamente como proféticos, tanto del
antiguo como del nuevo testamento, diríamos entonces que 2 terceras partes del
contenido de la Biblia, tiene material profético.
Eso significa, que si Dios
cargó tanto material profético, es necesario atender con precisión y
determinaciones claras, el cumplimiento y desarrollo de todos los eventos
proféticos a través de la historia de la humanidad.
Todos y cada uno de los detalles en que estamos siendo
testigos, están sometidos, no a lo que el hombre quiere y lo que el hombre
intenta hacer para cumplir sus propios caprichos o ideologías, sino que, en
realidad estamos en un cumplimiento profético de Dios; el cual es una gran
responsabilidad que pesa sobre la Iglesia de Cristo, y que si no le interesa
conocer la perspectiva escatológica o profética, entonces existe un gran vacío
que la Iglesia ha dejado y ese gran vacío ha sido llenado con todo lo que tenga
que ver con la adivinación, predicciones zodiacales y aun más, con situaciones
de predicciones de calendarios.
Hollywood ha hecho una película donde
está demarcada una supuesta destrucción total de la tierra; pero en realidad el
más interesado en que llegue todo esto, es el mismo diablo; sin embargo, sí habrá un movimiento profético muy fuerte en
cumplimiento como se ha empezado a dar lugar en este tiempo solo dentro de los planes y soberania de Dios.
Por otro lado debemos saber que errónea y
equívocamente, los medios de comunicación a nivel mundial, no tienen la
capacidad para discernir la gran diferencia entre el tiempo del fin y el fin
del mundo.
Entonces, cuando alguien cae en la ignorancia o necedad de que en
cualquier momento puede desaparecer todo y que es el fin del mundo; es porque
no han tenido una forma correcta de conocer los designios
divinos de Dios a través de las edades.
Por esta razón debemos enfatizar que
antes de venir el fin del mundo debe haber 1000 años de justicia y paz donde
nuestro Señor Jesucristo reinará como Rey de reyes y Señor de señores. Entonces
por lo menos faltarían esos 1000 años, más los 7 años de la tribulación y gran
tribulación y los años que falten hasta cuando empiece el segundo periodo
mencionado; pero mientras tanto sucederán otros aspectos de cumplimiento
profético.
¿Por qué necesitamos atender con precisión todo lo
revelado al acontecer profético?
Cuando vamos conduciendo nuestro vehículo por una
carretera, donde no existen señales, donde hay mucha obscuridad, tenemos
la opción de elegir entre esa carretera o una debidamente señalizada;
obviamente preferimos conducir por donde sabemos qué nos espera más adelante,
para tomar siempre las precauciones del caso. Lo mismo sucede con el factor
profético, podemos caminar escudriñando las escrituras y el mover profético de
los últimos días y conocer de qué forma nos aclaran los aspectos de tipo
escatológico, o caminamos en tinieblas.
Tenemos que comprender entonces que existen dos formas
de medir nuestro tiempo. Nosotros en la vida cotidiana secular, somos llevados
a medirlo todo por medio de un reloj natural en los diversos ambientes que
puedan existir, y en cada hora que pasa, sabemos qué es lo que tenemos que
hacer.
De la misma manera como existe un reloj que mide el tiempo en sus
diferentes medidas; también dentro de la escena bíblica y espiritual existe un
reloj profético que Dios ha puesto a caminar desde hace aproximadamente 6000
años, y ese
reloj no se ha detenido, por consiguiente los eventos proféticos se
cumplirán, hayamos sido o no advertidos; por ejemplo: cuando llegamos al 31 de
diciembre de cada año, cambiamos calendario, ponemos el mejor horario y ponemos
todo lo mejor posible, porque es el cumplimiento de un final y un principio.
Al
instante de iniciar el siguiente año, estemos preparados o no, cuando pase el
tiempo, nuevamente volverá el 31 de diciembre. Con esto lo que pretendemos dar
a entender es que algunas personas piensan que al no hablar de escatología o
tema profético, puede retrasar y detener el proceso de la marca y del
cumplimiento acelerado de la forma de cómo Dios ha puesto a funcionar Su propio
reloj, el cual podemos decir que es el reloj de la profecía bíblica.
Lamentablemente hoy día, miles de personas, inclusive
cristianos, pierden el tiempo de una forma exagerada, no obstante que la Biblia
nos enseña a que debemos redimir el tiempo porque los días son malos. Es por
eso existe la necesidad de explicar la forma en la que funciona el reloj
profético de Dios, porque las masas de gente en la tierra solo ven el reloj
natural; no pueden ver el reloj profético, sin embargo la Iglesia que tiene una
dimensión de conocimiento escatológico y profético le debe dar más importancia
al reloj profético que al reloj natural, porque el reloj natural muy poco nos
va decir, pero si vemos el reloj profético de Dios, sabremos cómo conducirnos y
cómo prepararnos de una forma inteligente, sabia y responsable ante el
inminente y glorioso encuentro con nuestro Señor Jesucristo.
Podemos notar que con mucha dificultad, la mayoría de
personas, principalmente los jóvenes, no les interesa el mover continuo del reloj
profético de Dios, el cual nos dará la perspectiva de que no todo en este mundo
será eterno. Es por eso que vemos miles de personas ignorando el cumplimiento
de la palabra profética; porque cuando hacemos un resumen de los
acontecimientos solamente de este año, podemos notar que han sido muy
relevantes a los años anteriores, pero muy pocos se detienen a ver comparativos;
porque para la mayoría de personas que viven sumidas en sus pecados; los
acontecimientos son solamente el diario vivir y se consuelan diciendo que todo
tiene lógica humana.
Es por eso que nosotros como Iglesia de Cristo debemos tener el sumo cuidado
de no caer en la carnalidad que caen millones de seres humanos en el
materialismo y la sensualidad que realmente llena a la gente de tinieblas y de
obscuridad.
El reloj profético, es el que está declarando
abiertamente, que se está cumpliendo todo lo que Dios había dicho que se
cumpliera a través de la boca de Sus profetas, porque el único que puede
escribir la historia antes que la historia acontezca, es Dios y nadie más lo
puede hacer.
Nosotros estamos teniendo el privilegio de ver el cumplimiento de
los minutos finales en el reloj profético; esos minutos finales del
cumplimiento, la Biblia lo describe especialmente en los evangelios y
Apocalipsis, señalando que los últimos minutos en el reloj profético, son
conocidos también como los últimos o postreros días. Ese reloj profético no ha
podido ser detenido por los hombres ni por ninguna condición alguna que al hombre se la
haya ocurrido.
Debemos conocer que solamente el cristianos
debidamente instruido de lo que debe conocer de las sagradas escrituras y que
discierne la señal de los tiempos; podrá descifrar cómo el reloj de Dios marca
aceleradamente todo el cumplimiento de lo que ya Dios habló; y lo hace
orientándose espiritualmente para que los tiempos no le sorprendan ni le
confundan y engañen.
Por eso no podemos permitir de ningún modo, que el enemigo
nos vaya a detener en nuestra búsqueda y compromiso con Dios, ni nos haga
confundir porque muchos dicen que desde hace mucho tiempo han estado esperando
a Cristo y no viene; pero debemos recordar que la Biblia nos muestra que
aquello que para el hombre es tardanza, para Dios es misericordia porque El no
desea que nadie se pierda, sino que, todos vuelvan al arrepentimiento porque
cuando sea desatada la gran tribulación habrá verdaderamente juicios sobre la
tierra y no se detendrán por nada hasta que llegue todo a su cumplimiento.
Por eso es que cuando vemos los últimos
acontecimientos alrededor de la tierra, debemos meditar por dónde va el reloj
de Dios, porque si somos verdaderamente cristianos maduros, podremos discernir
adecuadamente los tiempos sin que eso nos llegue de vanagloria, porque si en
algo nos vamos a gloriar debe ser en Cristo. Si hemos podido reconocer el
marcar de cada minuto de ese reloj profético, es para alegrarnos y saber que
cada vez nos acercamos más a la herencia de los santos en gloria.
Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y
le pidieron que les mostrase señal del cielo. Mas él respondiendo, les dijo:
Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles. Y por la
mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado.
¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de
los tiempos no podéis! La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal
no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue. (Mateo
16:1-4 RV 1960)
Notemos que desde la antigüedad, los religiosos han
tenido una curiosidad muy fuerte por conocer el futuro, pero basándose en
argumentos humanistas y no acudiendo al dador de la vida por amor, sino para
ponerlo en tentación.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para
que aquel día os sorprenda como ladrón. (1 Tesalonicenses 5:4 RV60)
Notemos cómo es que la profecía de Cristo, sigue dando
su testimonio en la actualidad. Cuando conocemos verdaderamente quién es Jesús,
no escatimamos esfuerzos por aprender cada vez más de Cristo y del Espíritu de
la profecía. Si tenemos el Espíritu de Cristo y no de error o engaño, seremos
llevados a un nivel de conocimiento profético para que seamos sacudidos en
nuestra forma de pensar.
Sin embargo es muy lamentable ver cómo es que el
testimonio de Cristo cae constantemente sobre muchas personas de oídos sordos
voluntariamente espiritualmente hablando, porque no quieren estar apercibidos
de las enseñanzas de Cristo, lo peor de todo es que ese tipo de personas, las
podemos encontrar, fuera y dentro de la Iglesia, los cuales se convierten en
presa fácil del enemigo y como consecuencia pronto se ven envueltos en la
operación de error del diablo y apostatando porque no quisieron escuchar la
verdad respecto al reloj profético.
Tenemos también la palabra profética más segura, a la
cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo. (2 Pedro 1:19-21 RV60)
Notemos que el Apóstol Pedro establece o compara la
palabra profética, a una antorcha que alumbra en la obscuridad, porque las
tinieblas que existen en la tierra, impiden el buen entendimiento de la palabra
de Dios. Es por eso que debemos comprender que en este año Dios ha estado
avizorando de una forma más fuerte respecto a la profecía bíblica, porque El
desea que seamos trasladados a otra dimensión donde podamos adorarlo de una
forma más intensa, así como clamar e interceder para avanzar al área que El
desea que estemos; es aquí donde vemos la explicación respecto a la seguridad
que nos puede dar la palabra profética que señala la cita anterior, y no lo que
los mayas, los aztecas, los adivinos están diciendo, porque eso es una
proliferación de ganancias personales que benefician a sectores específicos y
no de beneficio de la Iglesia de Cristo.
Es por eso que vemos la fuerte
inversión de las empresas de cinematografía, en títulos pseudoprofeticos,
porque saben que en las primeras semanas, ya han recuperado su inversión, y en
adelante lo que obtienen es netamente ganancia de aquellos que tienen a
Hollywood como su profeta por excelencia, pero maquinando la operación de error
del diablo.
La Iglesia de Cristo no puede entrar en
pánico ante la exhibición de una película con escenas de destrucción terrenal,
porque aunque el calendario de los mayas se haya terminado, el reloj profético
de Dios sigue su marcha con su cumplimiento. Como Iglesia de Cristo, es
necesario comprender que debemos honrar el nombre de Dios, creyendo a Sus
profecías en el manual eterno que podemos tener como un mapa espiritual, o sea,
la Biblia y como el mejor guía, al Espíritu Santo.
La palabra profética es
segura y persuasiva que trae convicción al alma y al espíritu, porque nadie
puede poner entre dicho la autenticidad de la profecía cumplida al pie de la letra.
Cuando alguien empieza a leer los libros de Nostradamus, debería saber que
desde el inicio lo están engañando con respecto a que ese personaje tuvo
inspiración divina, porque lo que él hizo fue consultar la Biblia en los libros
proféticos y trastocar el texto para aparentar una supuesta clarividencia que
no era certera más que por lo escrito en la Biblia.
Un ejemplo de lo que es una profecía, lo podríamos ver
en el siguiente ejemplo: el profeta Isaías escribió 700 años antes que naciera
Jesús, y lo hizo con tal precisión y detalles que serían manifiestos durante su
estadía en la tierra y los efectos que causaría Su muerte y Su resurrección
entre los muertos. Cada uno de esos detalles se cumplió a cabalidad sin fallar
ni una tilde de lo que Dios había profetizado y se puede comprobar en los 4
evangelios, con solamente leer y tener verdaderamente discernimiento y
sabiduría de Dios para poderlo comprender por el Espíritu, porque si se utiliza
el intelecto humano, jamás se podrá comprender, menos aun si no se tiene el
conocimiento previo de la profecía bíblica en el Antiguo Testamento.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. (Efesios 2:4-7 RV60)
Ahora veamos otro indicativo del reloj profético: 450
años antes del nacimiento del Señor Jesucristo, el ilimitable y extraordinario
don profético que había y fluía en la vida del profeta Daniel, anunció el
establecimiento del reino espiritual del Señor Jesucristo, para el tiempo del
imperio romano, identificando de una forma extraordinaria y precisa, a partir
del capítulo 2 del libro de Daniel, con qué forma tan exacta los 3 reinos que
se levantarían después de Babilonia, como lo fue Medo Persa , Grecia y finalmente Roma y
que en el resurgimiento del último gobierno romano, tuviera lugar la aparición del Rey de reyes Jesucristo, como fue profetizado por el profeta Daniel. Entonces no tenemos por qué
estar creyendo la predicciones barata del mundo, menos aun creer lo que muchos han
estado diciendo que Dios y el diablo están en el ring peleando; porque Dios no
tienen necesidad de hacer eso; desde que Cristo se levantó de la tumba, le
quitó las llaves de la muerte al enemigo, pero aun desde antes, Dios siempre ha
tenido el control de todo en Su poderosa mano porque por eso, El es Dios.
Necesitamos comprender que, el creer al mover
profético de Dios, nos asegura la victoria porque no es en mano de hombre en la
que estamos confiando, sino que, en el único Dios verdadero y poderoso que ha
hablado por medio de Sus santos a través de los tiempos para que no seamos
sorprendidos en ningún momento, sino que, seamos apercibidos de cada
acontecimiento según Su reloj profético.
Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros
tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a
doctrinas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que, teniendo
cauterizada la conciencia, prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de
alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos
los creyentes y los que han conocido la verdad. (1 Timoteo 4:1-3 RV60)
Entonces, todo creyente conocedor de la historia y de
lo que sucede en el mundo, debe cotejarlo con lo que Dios dijo en la Biblia y
tendrá sentido de interpretación correcta, para comprender de una forma clara,
acerca de lo que Dios nos habla.
Por último, cuando vemos el libro de Apocalipsis,
notamos que es una profecía que el Apóstol Juan escribió inspirado por Dios,
sobre la base del reloj profético; y llegamos a escudriñar el capítulo número
13; podemos notar que corresponde a los eventos en los últimos días como lo es
la preparación del gobierno mundial, el control de todos los humanos a través
del avance de la tecnología; y es entonces cuando Dios nos confirma dónde estamos
en este preciso momento. Por consiguiente, debemos reflexionar a todo lo que
vemos escrito en la Biblia y reafirmar nuestra fe en Dios, sabiendo que nunca
se equivoca y cumple todo en forma perfecta a través de Su Palabra.
Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana
doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a
sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a
las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de
evangelista, cumple tu ministerio. (2 Timoteo 4:3-5 RV60)
Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los
cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería
de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación
no se tarda, y su perdición no se duerme. (2 Pedro 2:2-3 RV60)
También debes saber esto: que en los postreros días
vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos,
impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles,
aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los
deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la
eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo 3:1-5 RV60)
Estas son profecías que se están cumpliendo al pie de
la letra y en su momento muchas otras profecías descritas en el libro de
Apocalipsis, también se cumplirán, no es como dicen muchos que todas las
profecías se cumplieron en el año 70 después de Cristo, eso es una mentira.
Por
eso en este tiempo tenemos que ver en realidad quién es el que está atendiendo
la advertencia de la profecía bíblica, a quién le interesa, quién es el que
está transmitiendo el mensaje profético al mundo; porque al parecer, muchos han
caído en la ignorancia de volverle la espalda a Dios y seguir su vana
manera de vivir; pero no saben que al menospreciar la profecía están
despreciando a Dios porque Jesucristo mismo es el Espíritu de la profecía y es ahí
precisamente donde se asegura su cumplimiento.
Por lo cual, como
dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros
corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto...
(Hebreos 3:7-8 RV60)
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