miércoles, 5 de junio de 2013

Cumplimiento Profetico



APOSTASIA DE LOS ULTIMOS TIEMPOS
1 Parte
Aptl. Dr. Jose Zapico





¿Estará Dios ilegal en la Tierra, como muchos están hoy enseñando?

Jeremías 23:23-34

¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios de lejos?  ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos donde yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?

En estos tiempos actuales se ha estado propagando una enseñanza completamente herética, que es una ramificación mas de la apostasía generalizada de estos días, que sin duda alguna esta confundiendo a miles de cristianos, donde a viva voz se esta diciendo que Dios no puede hacer nada en la tierra porque está ilegal y que por lo tanto necesita  que el propio hombre le conceda el permiso legal para poder manifestarse y obrar en ella.

Es sumamente preocupante y a la vez peligroso, todas las veces que se piensa que no se debería dar mucha atención, sin embargo todo esto da ha entender que cada día es mas fuerte la influencia de la ignorancia bíblica, a consecuencia que son miles de cristianos que no escrudiñan las sagradas escrituras y son llevados como la onda de la mar de un lado a otro.

Los verdaderos y genuinos siervos de Dios deben responsablemente discernir el error y el engaño y denunciarlo abiertamente, levantando una voz de alerta al pueblo de Dios contra tal seudo-enseñanzas, si esto no se hace serán muchos  los que caerán atrapados en la red y trampa del engaño.



Es muy común y normal en los tiempos actuales que vivimos que muchos sean los que declaren que hoy se vive en un tiempo de una nueva revelación bíblica, acompañada de una nueva reforma, anulando por completo todo lo que se ha enseñado bíblica y escrituralmente a través de los años.  

Dentro del marco de esas nuevas enseñanzas, existen por consiguiente un desenfreno, de muchas falsas afirmaciones que no tienen para nada ningún fundamento bíblico, solo son supuesta teorías basadas de argumentos propios y humanos, pero que están haciendo mucho mal a gran parte del pueblo de Dios en el mundo entero. Permíteme compartir contigo uno de estos desvió heréticos que dicen lo siguiente:

Dios está limitado por su palabra, diciendo Dios es soberano hasta que abre la boca;  cuando Dios habla, Dios deja de ser soberano porque tiene que atarse así mismo a la palabra que ha hablado.” 

Génesis 1:26 Dios declaró al hacer al hombre: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza y que tenga dominio sobre la tierra. 

Dios es un ser espiritual, por eso, está ilegal en la tierra y no puede hacer nada que el hombre, quien sí está legalmente, no le de permiso para hacer ya que el dio al hombre dominio’ sobre la tierra. 

Como Dios no tiene ese dominio, el depende del permiso del hombre, por lo tanto, si algo ha de ser hecho en la tierra, tiene que ser hecho por un espíritu con un cuerpo; y si el hombre no le da permiso a Dios, él no puede hacer nada porque es ilegal que él lo haga.

Es tal el desvío de este tipo de enseñanza, que se atreven a decir que Dios le pidió a María que le prestara su vientre para que Jesús naciera y fuese de esa manera legal en la tierra y que después que Dios recibió el permiso de María, entonces pudo entrar a su cuerpo. 

Aun describen a Cristo teniendo una conversación con el diablo en el infierno, en la cual el diablo se sorprende al ver al espíritu de Cristo viniendo ante él y le dice que está ilegal, a lo que Cristo responde, yo estoy legal porque el cuerpo de Jesús esta muerto allá arriba, y de esa manera, Cristo entonces llega hasta donde está el diablo y le quita las llaves de la muerte, el hades y el infierno al diablo ante la presencia de todos los demonios, esto no es lo que dice la Biblia, todo esto carece del verdadero fundamento de las sagradas escrituras.

Por otro lado Ellos presentan la oración como un permiso que se le otorga a Dios

Mi Pregunta a todo esto es ¿De verdad Dios necesita de un permiso especial del hombre para manifestarse y actuar en la tierra?

La creencia del permiso dado a Dios por medio de la oración, es como abiertamente lo declaran, que Dios está limitado y la oración fue creada a causa de la limitación de la palabra de Dios.
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Hasta se llega a decir que Dios es soberano hasta que habla, pero cuando el habla, el se atrapa a sí mismo por lo que dice y por eso es que Dios no habla mucho.

Cuando el habla su soberanía se hace limitada por su palabra. La oración fue creada por la limitación de la palabra de Dios.

Aun se atreven a decir que Dios no te usa porque tu eres puro, sino que El te usa porque él está atrapado. Lo cual quieren destacar que Dios no puede intervenir en la tierra sin un humano.

Cuando Dios se encuentra con Abraham es El tomando la iniciativa de buscar permiso de parte de Abraham para destruir Sodoma y Gomorra, entonces la comunicación de parte de Dios comienza de la manera siguiente según ellos:

“Abraham, voy a destruir a Sodoma y Gomorra, la cual el le pregunta ¿porqué vienes a mí?” y Dios le contesta “necesito un humano, necesito alguien que me de permiso”, y Abraham hizo un negocio con Dios y siguieron negociando y Dios tuvo que cooperar con el negocio y Abraham le dijo “esta bien Señor es suficiente ve y destrúyeles y Dios dijo muchas gracias y los destruyó.” No es esto algo absurdo y sin fundamento bíblico. 

Lo mismo hablan cuando se refieren a la historia de Moisés:

“Dios dijo Moisés he escuchado el clamor de mi pueblo y he venido a liberarlos,” y Moisés le pregunta, ¿Porque vienes a mi?” Y él dice “porque tú eres hombre Moisés y necesito permiso. 

Otro punto que mencionan es lo siguiente:

La sanidad física es para ayudar a Dios. Tu cuerpo es la cosa más importante para Dios… de hecho, Dios está tan comprometido con tu cuerpo que ha provisto un programa llamado sanidad. 
Dios te va a sanar porque él necesita tu cuerpo no porque él le quiere hacer sentir mejor, tu no entiendes la sanidad. 

Digo que Dios le va restaurar físicamente no porque él quiere que usted se sienta bien sino porque él necesita el cuerpo en el que usted vive…  Dios no quiere sanarte para que tu te sientas bien, el quiere sanarte porque el necesita tu cuerpo, él te va a sanar por amor a sí mismo.  Dígale a Dios, sáname porque tú necesitas mi cuerpo.  Tu ves, Dios es un espíritu y el está ilegal aquí sin un cuerpo.

¿Ahora qué es lo que dice verdaderamente la Biblia?

Sin duda, lo que la Biblia enseña es diametralmente opuesto a lo que se dice por medio de esta falsa enseñanza. 

Hay varios puntos que debo de poner en claro a la luz de las sagradas escrituras, para poder entender todo esto desde una perspectiva totalmente bíblica en cuanto al tema que estoy abordando. 

Lo primero que se detecta en esta falsa enseñanza es que no se tiene la mas mínima idea y conocimiento acerca de lo que es la soberanía de Dios, menos de lo que representa y significa la oración, tampoco que es la enfermedad y la sanidad, cual es el la responsabilidad del hombre desde la perspectiva divina y si Dios necesita o no necesita permiso humano.

Es sin lugar a duda que todo esto lo que intenta sutilmente es de distorsionar el concepto de la Soberanía de Dios, lo presentan como una forma de pensamiento tal que al considerar la soberanía de Dios de esta manera, la gente no vea razón alguna para pasar tiempo orando y buscando a Dios. 

En este tipo de seudo-enseñanza  determinan lo siguiente en torno a lo que ellos consideran como base para entender correctamente la soberanía de Dios:

a.      Dios es tan soberano como su palabra

b.      Dios está limitado por su palabra

c.      Dios nunca violará su palabra

Esto, podría ser correcto si la explicación dada fuese la correcta, pero no lo sería si es mal interpretado como lo están haciendo.

Quiero que observes el primer punto en cuanto a lo de la soberanía de Dios.

¿Dios es tan soberano como su palabra?

Primeramente, quieren decir  textualmente  que la soberanía de Dios termina cuando Dios abre la boca. Esto por supuesto es un gran error por no llamarlo mejor una gran herejía. 

La Biblia señala a Dios como el que tiene la última palabra, y cuando El habla establece’ su soberanía de tal manera que nadie puede ir en contra de su propia palabra que el mismo ha  establecido, es decir, la palabra de Dios no es para limitar a Dios sino para limitar su creación como máxima autoridad sobre ella, por lo tanto cuando Dios habla no limita su soberanía sino que la afirma y la confirma. 

La idea de que Dios hable algo de esa manera afirma que ha de cumplir irrevocablemente lo que ha dicho, por eso es Dios. La soberanía implica que El hace todo lo que quiere en los cielos y la tierra y eso incluye lo que el habla.

El mismo declara por medio de su propia Palabra lo siguiente:

Salmos 135:6

Todo lo que Jehová quiere,  lo hace,   en los cielos y en la tierra,   en los mares y en todos los abismos.

Hebreos 6:16-20
                           
Los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos,  y para ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación. Por lo cual,  queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo,  interpuso juramento,  para que por dos cosas inmutables,  en las cuales es imposible que Dios mienta,  tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.  La cual tenemos como segura y firme ancla del alma,  y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor,  hecho Sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

La palabra de Dios expresa Su querer y al hacerlo afirma su soberanía. 

Cuando estudias la Biblia, te darás cuenta que el nombre de alguien por lo general va fuertemente conectado al propósito o carácter de esa persona. Cuando se trata de Dios es innegablemente el mismo concepto.

El declaro a Moisés que su nombre era “YHWH” (Jehová), que significa YO SOY, dando a entender que era autosuficiente sin necesidad de nada.

Otros nombres de Dios en la Biblia expresan verdades sobre El. Por ejemplo Jesús significa Salvador o Jehová Salva, eso indica que en la persona de Jesús hallamos salvación. Cuando Dios habla, su palabra es una expresión de su voluntad y por lo tanto el hablar de Dios expresa su carácter.

Es por eso que el Salmista dice que la palabra de Dios es conforme a su nombre. Dios no habla por hablar y lo que dice expresa su persona, su carácter, su poder, su magnificencia, su voluntad y su soberanía misma.

Salmo 138:2

Me postraré hacia tu santo templo, y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu palabra conforme a todo tu nombre.

¿Dios está limitado por su Palabra?

Dios no puede hablar y enredarse o limitarse a sí mismo como uno que no tiene control sobre sus palabras y que habla a la ligera.

Eclesiastés 5:2-7

No te des prisa a abrir tu boca,  ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios,  porque Dios está en el cielo,  y tú sobre la tierra.  Sean,  por tanto,  pocas tus palabras. 3  Porque de las muchas ocupaciones vienen los sueños,  y de la multitud de palabras la voz del necio. 4  Cuando a Dios hagas promesa,  no tardes en cumplirla,  porque él no se complace en los insensatos.  Cumple lo que prometes. 5  Mejor es no prometer que prometer y no cumplir. 6  No dejes que tu boca te haga pecar,  ni delante del ángel digas que fue por ignorancia.  ¿Por qué hacer que Dios se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos?  7  Pues,  donde abundan los sueños abundan también las vanidades y las muchas palabras.   Pero tú,  teme a Dios.

En segundo lugar, decir que Dios “está limitado por su palabra” como fin de condicionar y poner parámetros a Dios es simplemente presentar a Dios como un ser imperfecto que al abrir la boca se ha equivocado; como alguien que habla a la ligera sin considerar las consecuencias de lo que está diciendo  y es por esa razón que que dicen “por eso Dios no habla mucho”. 

¿Significa acaso que entonces Dios a sabiendas se propuso limitarse el mismo, dejando de tener control absoluto como Dios para quedar a merced de sus criaturas?

Si es eso hubiera sido así, entonces el hombre es convertido en Dios y dejaría a Dios a la merced de su creación, que de paso, debemos recordar, que está bajo pecado.

¿Dios no viola su Palabra?

Hay dos formas en que Dios habla, condicionalmente e incondicionalmente. La palabra de Dios condicional puede ser revocada, sin embargo, la palabra de Dios incondicional no puede ser revocada.

1 Samuel 2:30

Por tanto, el SEÑOR, Dios de Israel, declara: "Ciertamente yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí para siempre"; pero ahora el SEÑOR declara: "Lejos esté esto de mí, porque yo honraré a los que me honran, y los que me menosprecian serán tenidos en poco.

Las palabras condicionales de Dios están sujetas a cambio como respuesta a alguna acción del hombre, de ahí que la Biblia que dice que Dios se arrepintió.

Por ejemplo, la siguiente cita es una declaración que se refiere a la firmeza de Dios en su Palabra de la cual no hay arrepentimiento:

Números 23:19

Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?

La siguiente palabra, sin embargo, nos muestra el aspecto condicional de la palabra de Dios de la cual Dios se arrepiente de algo que habló que iba a hacer:

Jeremías 26:19

¿Acaso lo mataron Ezequías,  rey de Judá,  y todo Judá?  ¿No temió a Jehová y oró en presencia de Jehová,  y Jehová se arrepintió del mal que había hablado contra ellos?  ¿Haremos,  pues,  nosotros un mal tan grande contra nosotros mismos?

¿Qué es la Soberanía de Dios?

Lo cierto es que la doctrina de la soberanía de Dios no significa que Dios no escucha la oración de sus hijos. 

Ningún estudioso fiel y responsable de la Escritura, por mucho que crea en la soberanía divina, puede haber enseñado jamás tal error.

Se suele decir que Dios no solamente establece el fin sino también los medios para ese fin y uno de esos medios tan importantes son la oración de sus hijos. 

Por lo tanto, la gente ora porque Dios ha establecido que por medio de sus oraciones, se ha de cumplir el propósito divino tanto en ellos como en otras personas. .

Dios escucha la oración de sus hijos y la única excepción que la Biblia pone a la oración para que esta sea escuchado es que sea hecha conforme a sus voluntad, de acuerdo a lo que declara en su propia palabra.

Y esta es la confianza que tenemos en el, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, el nos oye. 1 Juan 5:14

Por lo tanto si Dios no contesta es porque simplemente no va de acuerdo a Su buen propósito y voluntad para nosotros, aunque no lo veas de inmediato, Dios sabe mucho más y solo sabe lo mejor que te conviene. 

Tome como un vivo ejemplo lo que te piden  tus propios hijos, no siempre le daras a ellos lo que te piden, no porque que deseas hacer oído sordo a lo que te están hablando, sino porque sabes que es lo mejor para ellos aunque a ellos le parezca lo contrario.
 
¿Cuántas veces has dicho no a tus hijos a algo que te han pedido porque sabes que no lo va ha ser bien? Hay momentos en que debemos decir no a nuestros hijos por el bienestar de ellos mismos.

Cuando las peticiones van conforme a su voluntad y de acuerdo a lo que es bueno y beneficioso para tu vida, Dios te escucha y te concede los deseos de tu corazón.

La Biblia te presenta y revela  a Dios como un padre que contesta los deseos del corazón de sus hijos:

deléitate así mismo en Jehová y el te concederá los deseos de tu corazón Salmos 37:4.

El mismo Jesús dijo lo siguiente:

Mateo 7:7-11
        
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente?  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?

¿Cuál es entonces la doctrina bíblica de la soberanía de Dios?

El diccionario bíblico define la soberanía de Dios de la siguiente manera:

Su derecho absoluto a hacer todas las cosas de acuerdo a su propio anhelo o voluntad. 

Otra definición de soberanía es esta: Ser soberano es poseer suprema autoridad y poder de tal manera que uno está en total control y puede hacer todo cuanto desea.

Finalmente la soberanía de Dios es presentada en tres categorías y señala que implica por lo menos tres aspectos:

1.      Propiedad – Todas las cosas son de Dios, toda la creación, nada de lo que existe está fuera de su posesión.

2.      Autoridad – Dios tiene el derecho absoluto de imponer Su voluntad en sus criaturas. Sin embargo, su voluntad no es caprichosa, sino que está en línea con Su naturaleza la cual es perfectamente santa y justa.

3.      Control – Nada ocurre que esté fuera de la voluntad de Dios, El es el máster de todo lo que pasa.

La soberanía de Dios es más que algo simplemente teórico, es algo real. Cuando tu oras a Dios lo haces porque sabes que El en realidad intervendrá para resolver tu problema y que no solo puede sino que tiene el poder para hacerlo.

Dios tiene por lo tanto en su soberania propiedad, autoridad y control de todas las cosas,  por eso podemos orar a Él y confiar plenamente en El. 

Solamente cuando reconoces la soberanía de Dios sobre todas las cosas, puedes orar confiadamente delante de su presencia sabiendo que estas acercándote El entendiendo que solo El está por encima de todas las cosas y tiene control absoluto de todo.

Cuan importante es tener un conocimiento correcto acerca de la soberanía de Dios el mejor incentivo y la mejor guía para una vida de oración: 

2 Crónicas 14:11

Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: SEÑOR, no hay nadie más que tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza; ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; que no prevalezca hombre alguno contra ti.

Hebreos 11:6

Y sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es galardonador de los que le buscan.

La Biblia dice que Dios no solamente tiene control sobre la naturaleza sino también que controla la voluntad del hombre para llevar a cabo sus planes, librar a sus hijos y glorificar su nombre.

La Biblia te da ejemplo impactantes y vivos acerca de todo esto,  por ejemplo esta la oración que hizo Josafat, rey de Judá.

La única razón por la que este rey pudo venir ante Dios en oración es porque reconocía que Él era soberano y que verdaderamente era el único que podía librarle de mal que venía sobre él y por eso, en su oración, tomaba tiempo para nombrar las hazañas y portentos que Dios había hecho en el pasado. 

La razón por la que él podía confiar en Dios es porque estaba seguro que había dominado poderosamente en situaciones anteriores y ahora podía seguir haciendo.

Leamos la oración de Josafat:

2 Crónicas 20:5-11

Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa del SEÑOR, delante del atrio nuevo, 6  y dijo: Oh SEÑOR, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos? ¿Y no gobiernas tú sobre todos los reinos de las naciones? En tu mano hay poder y fortaleza y no hay quien pueda resistirte. 7  ¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia de tu amigo Abraham?   Y han habitado en ella, y allí te han edificado un santuario a tu nombre, diciendo:  "Si viene mal sobre nosotros, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos presentaremos delante de esta casa y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás."   Y ahora, he aquí, los hijos de Amón y de Moab y del monte Seir, a quienes no permitiste que Israel invadiera cuando salió de la tierra de Egipto (por lo cual se apartaron de ellos y no los destruyeron), mira cómo nos pagan, viniendo a echarnos de tu posesión, la que nos diste en heredad.

La confianza de Josafat en Dios estaba fundamentada precisamente en la soberanía,  gobierno o control absoluto, que Él tiene sobre todos los reinos de las naciones y porque en Su  mano hay poder y fortaleza, por lo tanto no hay quien pueda resistirle.

La soberanía absoluta de Dios no es razón para huir de la oración sino que es la misma base sobre la cual se fundamenta nuestra confianza para la oración. 


El decir no voy a orar porque Dios es soberano, es simplemente trastornar la realidad del porque oramos y lo que verdaderamente significa la soberanía de Dios y sus respuestas ante el clamor de sus hijos.

Esta enseñanza continuara


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