EVIDENCIAS Y REALIDADES PROFETICAS

Vivimos en medio de un mundo en donde contínuamente se producen cambios inesperados y sorprendentes.

Observando el acontecer de la hora en que nos ha tocado vivir, nos damos cuenta que hoy más que nunca la Iglesia de Jesucristo, está frente a una realidad profética, que es algo así como un termómetro espiritual, que nos va mostrando la diversidad de señales, que se desarrollan diariamente en nuestro derredor.

Estas señales son en el sentido espiritual, religioso, político y económico, declarándonos que la humanidad entera marcha hacia lo que la Biblia determina como el tiempo del fin o los postreros tiempos.
Nunca debemos de olvidar que el objetivo del nuevo orden mundial es llegar a la globalización mundial.
Con gran intensidad somos testigos que el comercio libre dirigido por la competitividad y el consumo se está propagando por todas las naciones. La intervención de la Naciones Unidas hace unos pocos años en cuanto a la situación desarrollada en el Golfo y la actuación de la Otán en Yugoslavia, nos dan las pautas para que entendamos que frente a nosotros se está levantando una gran y gigante estructura de gobierno mundial, unida por el poder, la economía y la religión.
Esta es la última y más grande preparación para un mundo que sagazmente esta invitando a todas las religiones a tener un mismo propósito.

Todo esto está siendo proyectado desde la misma plataforma Europea. Podemos mirar con detenimiento que Europa, América y Australia, son totalmente enmarcados por la configuración europea.
Por otro lado, Africa es llevada por el mismo camino, de aceptar todo lo que provenga de la cultura y civilización europea.
Y finalmente Asia, incluyendo Japón, India y China, y aún cualquier otro país asiático, no podrían desarrollarse y llevar a cabo sus propositos económicos y comerciales, a menos que sigan los principios enmarcados por la fuerza de Europa.

Esto nos indica que todo se encamina a seguir un sistema global, siendo gobernado a través de la política, unido a la economía y religión. Y ahí observamos con que exactitud se prepara todo esto relacionándose a la segunda venida de Cristo.
Entre los muchos acontecimientos que podríamos mencionar, en el escenario apocalíptico, es el que la Biblia lo describe como el hombre de pecado o el anticristo, el cual impondrá un sistema de control global, sobre todos los seres humanos.
Si bien es cierto que el gran reloj de Dios va marcando la hora profética en una forma acelerada, necesitamos observar qué tipo de control se mueve y como se viene preparando ya con el fin de controlar a los humanos en todas las áreas de la vida diaria.
Es por esta causa que he sentido una profunda carga y dirección del Espíritu Santo en poder escribir para informar al lector de los acontecimientos finales. Todo esto se desarrollara en la economía, la educación, el trabajo, la producción, la industria, el comercio, en la sanidad pública, en los sistemas de administraciones públicas, gobiernos, es decir, en cada uno de los movimientos de la vida cotidiana de los hombres y mujeres en el mundo entero.
Es hora de entender que la Biblia, no es un libro que ha perdido su valor, ni tampoco un periodico dandonos noticias que ya han acontecido en algún lugar del mundo, sino todo lo contrario, es el mensaje de Dios que nos advierte con claridad y veracidad la hora que estamos viviendo.
Conforme sigas leyendo este libro, tendrás la certeza y la convicción dentro de tu ser, que no es hora de vivir superficialmente la vida espiritual, sino todo lo contrario, es hora de rendirnos a Dios y buscarle en Espíritu y verdad.